lunes, 22 de noviembre de 2010

¡ATENTO PEATÓN!

Según algunos estudios realizados en el rubro del transporte, y específicamente, los accidentes de tránsito, se encuentra que los transeúntes son responsables del 9% de dichos sucesos. La falta de respeto a las normas vigentes de tránsito, que supone seguridad para el peatón, es causa del 9% de los accidentes de tránsito que se producen en la ciudad y que,  desde el 15 de noviembre están siendo castigadas con penalidades económicas o en otros casos, trabajos comunitarios. 
La Policía señala que los transeúntes que están acostumbrados a  cruzar en cualquier sitio y no por las zonas señalizadas, abordar vehículos en zonas no autorizadas, subir movilidades en movimiento, prescindir de los puentes peatonales, ignorar las barreras colocadas para su protección y otras infracciones más, serán severamente sancionados, simple y sencillamente ya no quedarán impunes. Ahora ya no sólo se sancionarán a los conductores que infrinjan la ley de tránsito, también se castigarán a aquellos transeúntes que no cumplan las normas establecidas.  
Así como están redactadas estas líneas parece ser que el viandante es un peligro potencial en las calles de la ciudad; no es que se quiera satanizar la conducta de estos personajes, pero es necesario hacer un análisis de la situación en la que nos encontramos con respecto a la innumerable cantidad de accidentes en las pistas. Si bien el conductor es el primero al que se cuestiona porque “maneja” él, el vehículo con el que se lleva a cabo el accidente, pero cuándo sino hasta ahora se ha preocupado por mirar más allá de lo visible? ¿Acaso hemos leído o escuchado alguna vez que en los reportes de las noticias en los medios se haya mencionado: “Terrible accidente de tránsito por culpa de transeúnte infractor provoca su muerte y deja en estado psicológico crítico al conductor del vehículo con el que fue arrollado”?  Creo que nunca.
La idea no es, como se menciona líneas atrás, satanizarlos, sino por el contrario, preocuparnos por una problemática constante en las calles. Hacer “algo” para que esto cambie. Educarlos de alguna manera para así lograr que se tome conciencia de lo importante que es el respeto de las normas de tránsito, ya que son normas por alguna razón, y esa razón es la de evitar los accidentes vehiculares, y que el transporte en el país cambie de una vez por todas. 
Esto no depende de los policías o de Estado o el Gobierno solamente; para que esto funcione debemos cooperar todos, porque está bien exigir seguridad en las pistas pero sería mucho mejor si se ayudara a poder tenerla.

Por
Paulete Manrique Robles

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