miércoles, 15 de septiembre de 2010

DURMIENDO EN EL FUEGO

Inundaciones, sequías, hambrunas, desaparición de glaciares, es lo que se nos avecina de continuar con la abundancia de emisión de dióxido de carbono

Se acuerda de la película el día después de mañana. Pues si al terminar de verla se dijo, “felizmente es una película”, estaba equivocado. Es de hora que empiece a preocuparse, porque lo que se nos viene es igual y hasta peor.

Las consecuencias que trae consigo el calentamiento global, son más que evidentes, y éstas aumentarán en magnitud sino se toman las medidas necesarias para contrarrestarla, esto según el informe presentado por el Grupo Intergubernamental para el cambio Climático (IPCC) de la ONU, en Brasil.

Nuestro país no escapará de la furia de la tierra. Se ha pronosticado que dentro de veinte años perderemos nuestros glaciares. Caso evidente es el nevado de Pastoruri, que en estos últimos años ha ido disminuyendo su nevado. Por otro lado la temperatura en Lima, podría llegar hasta 13 grados.

Lima, que en sus años mozos llego convertirse en la capital más hermosa de la región y que era deseada por muchos, hoy en día se ha convertido en una masa con smog. Pararse en la avenida Abancay, es inhalar más de un millón de átomos de dióxido de carbono, no solo la gran avenida Abancay esta así, casi toda lima se ha convertido en una bomba de tiempo climático.

En estos últimos años, hemos sidos testigos de los cambios climáticos drásticos que se están dando en nuestro país. Las altas temperaturas en el verano han ascendido hasta 36 grados, un verdadero horno; este invierno ha sido uno de los más fríos en toda la historia de nuestro país. Esto también se reportó en el interior de nuestro país: En Puno, cientos de niños han fallecido por el alarmante invierno que han sufrido.

Nuestra tierra esta enferma, y esto es sólo culpa del hombre, un hombre irracional, que se ha convertido en un empresario irresponsable al que solo le importan sus bienes y ganancias, obviando algo esencial, el cuidado a su hogar, a la tierra.
Cada vez veo más gente sacar su mano por la ventana del carro para botar sus desperdicios o, cuando voy por la calle, veo que las personas botan su basura en el piso, algo que realmente me indigna.

Lo que nos falta es una verdadera cultura de cuidado del medio ambiente. Una concientización de las consecuencias del efecto invernadero, que nos haga despertar, nos ayudaría mucho a ir mermando las emisiones de CO2 a la Capa de Ozono.

Autor: Diana Alegre Samaniego

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