DEL LABORATORIO AL PLATO
Una verdad a medias, el silencio, la desinformación y una ley incompleta que no sanciona aquellos que venden productos transgénicos sin etiquetar y mostrar las advertencias de los insospechados riesgos.
En la actualidad, más del 60% de la comida que se ofrece en los supermercados norteamericanos se ha producido utilizando ingredientes procedentes de cultivos OMG. Nuestro país no es ajeno a esta realidad, los alimentos transgénicos invaden los supermercados y casi nadie lo sabe.
El tema es más serio de lo que uno imagina, más aun si estos alimentos ya son parte de la dieta de los peruanos: salchichas, fécula de maíz, soya, margarina, aceite, leche, etc.; están en su mesa sin que usted se dé cuenta y nadie se lo advierta.
No hay ley que regule su etiquetado, ni siquiera la Ley 27104 o Ley de "Prevención de Riesgos" Derivados del uso de la Biotecnología. Ninguna puede aplicarse en este caso y menos sancionar su incumplimiento. Se generó toda una polémica en torno al tema mientras unos afirman que biotecnología será en el futuro la solución a los problemas en cuanto a la producción de alimentos, existen muchos investigadores que no están totalmente de acuerdo con estas afirmaciones. Si bien se logrará cumplir parcialmente lo antes mencionado; los costos sociales, de salud y ambientales serían demasiado altos.
El negocio de los transgénicos está en manos de compañías privadas. A partir de la posibilidad de otorgarse patentes, se cobrará regalías por la utilización de estas innovaciones.
Es precisamente que la investigación sobre transgénicos se concentra en las empresas privadas y fundamentalmente en grandes transnacionales. Las consecuencias de (OMG) en la salud de los humanos aún son inciertas, sin embargo, recientes investigaciones realizadas en roedores han dejado en evidencia los potencialmente dañinos efectos que podrían tener los transgénicos en los seres humanos.
NATHALI GAMARRA AVILA
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